¡Qué refrescante, qué dulce, qué sabrosa resulta una gaseosa en estos días! Las gaseosas tienen algo que te atrapa, te hace tomar una y otra y otra y otra más todos los días, y seguramente te preguntas ¿qué puede haber de malo en este hábito si según has escuchado este tipo de bebida es energético y además produce cierta llenura en el estómago que reduce el apetito?
Pues debes saber que los estudios científicos más recientes indican que las bebidas gaseosas pueden ser perjudiciales para nuestras vidas.
¿Cómo afectan las bebidas gaseosas nuestra salud?
Cada vez existen más investigaciones señalando los efectos negativos de numerosos productos que nos hemos acostumbrado a consumir, este es el caso de las bebidas gaseosas.
Afectaciones del sistema nervioso: Muchas de estas gaseosas contienen alta concentración de cafeína. La cafeína es un alcaloide que tiene efectos estimulantes sobre el sistema nervioso autónomo y el corazón, por lo cual estimula el estado de vigilia y la resistencia al cansancio, además de ser un poderoso vasodilatador, pero hasta aquí llegan sus beneficios.
El consumo excesivo de cafeína provoca dependencia, dolor de cabeza, arritmia cardiaca, insomnio y ansiedad. Los mismos síntomas experimentarás si tomas demasiado café o té diariamente.
Efecto cancerígeno: Las gaseosas deben tener un sabor y un color atractivos, además de conservarse en buen estado durante mucho tiempo, es por eso que se les añaden numerosos conservantes, acidulantes y aditivos químicos que pueden resultar muy perjudiciales para tu sistema renal.
Estas sustancias tienden a acumularse en los tejidos provocando la aparición de células cancerígenas y el desarrollo de tumores a largo plazo. No te dejes ganar por el hecho de que algunos de ellos son antioxidantes, tu organismo precisa de antioxidantes naturales que podrás encontrar en las frutas y los vegetales
Aumentan el reflujo durante la digestión: Se cree que contrario a lo que se pensaba anteriormente las bebidas gaseosas pueden tener un efecto negativo en el proceso digestivo.
El dióxido de carbono presente en estas bebidas aumenta la acidificación de los jugos gástricos y acelera su producción, lo cual a su vez acelera la digestión pero al mismo tiempo provoca reflujo gastroesofágico, acidez y problemas de absorción, lo cual puede ser especialmente doloroso en las personas que padecen de gastritis y úlceras estomacales
Pueden causar caries: También se ha indicado que el CO2 y el azúcar de las sodas afectan nuestras bocas y dientes, ya que alteran las percepciones del gusto, corroen el esmalte dental y pueden causar la aparición de caries.
Provoca sobrepeso: Por lo general las gaseosas tienen alta concentración de edulcorantes ya sean de alto o de bajo valor calórico (1 lata puede tener 3 o 4 cucharadas de azúcar). Los de bajo valor calórico son por ejemplo el sorbitol, el aspartamo y la sacarina, mientras que los edulcorantes muy calóricos son la sacarosa y la glucosa.
Un exceso en el consumo de estos azúcares provoca aumentos en los niveles de azúcar en sangre, inflamación del páncreas y diabetes. Por otra parte los carbohidratos que no son convertidos en energía mediante procesos metabólicos son acumulados en forma de grasas en tejidos y arterias provocando sobrepeso y arterioesclerosis.
Pérdida de masa ósea: Por si fuera poco, los ácidos y la cafeína presentes en estas bebidas son dañinos para nuestro esqueleto, debido a que interfieren en la absorción de calcio en los huesos, provocando la pérdida de masa ósea, debilitándolos y favoreciendo la aparición de osteoporosis.
Por otra parte la combinación de azúcar y ácido dificulta la absorción de hierro en las células lo cual puede causarnos anemia y volvernos susceptibles a las más variadas infecciones.