Cada año, las enfermedades cardiovasculares (ECV) cobran más de 20,5 millones de vidas.

En el marco del Día Mundial del Corazón la Asociación Hondureña de Cardiología realizará su campaña “No pierdas el ritmo”.

Alrededor del 80% de las muertes prematuras por enfermedades cardiovasculares (ECV) podrían prevenirse con un acceso oportuno a la atención médica y mediante la detección temprana. Las ECV afectan el corazón o los vasos sanguíneos; entre las más comunes se encuentran las enfermedades coronarias (infartos) y los accidentes cerebrovasculares.

Actualmente, estas patologías representan la principal causa de muerte a nivel mundial, con más de 20,5 millones de defunciones anuales. Se estima, además, que esta cifra alcanzará los 23 millones en el año 2030. En el caso de Honduras, las enfermedades cardiovasculares se encuentran entre las principales causas de mortalidad, lo que refleja la necesidad urgente de reforzar la prevención y la educación en salud.

De acuerdo con los especialistas, este preocupante aumento está estrechamente relacionado con factores como una alimentación no saludable, la inactividad física, obesidad, colesterol, presión arterial, consumo de tabaco y alcohol.  No obstante, mantener bajo control los factores de riesgo cardiovasculares puede reducir de forma significativa las probabilidades de desarrollar ECV.

Es así, como en el marco del Día Mundial del Corazón, la Asociación Hondureña de Cardiología lanza la campaña “No pierdas el ritmo”, con el propósito de hacer que cada latido cuente, promoviendo una mejor salud cardíaca y un acceso más amplio a la atención que salva vidas. La iniciativa también busca incentivar la realización de chequeos médicos regulares y el acceso a asesoramiento especializado para lograr diagnósticos tempranos y tratamientos más eficaces.

Como parte de este compromiso, la Asociación organizará la Gran Feria del Corazón, el próximo 20 de septiembre en la Feria del Agricultor, en un horario de 6:00 a.m. a 12:00 m.d. Durante la jornada, un equipo médico especializado ofrecerá exámenes preventivos y evaluaciones oportunas, integrados en los programas de salud cardiovascular de la institución, con el objetivo de identificar riesgos a tiempo y fomentar hábitos de vida saludables en la comunidad.

“Las enfermedades del corazón siguen siendo una de las principales causas de mortalidad, pero gran parte de su carga es prevenible y tratable si actuamos a tiempo. En nuestro país, las ECV están en aumento, pero con controles regulares y hábitos saludables podemos reducir significativamente. Les invito a realizarse sus revisiones oportunas y buscar orientación médica si existen antecedentes familiares o factores de riesgo. Cuidar el corazón es proteger a la familia, que ello nos inspire a actuar hoy mismo”, destacó el Dr. Haroldo López, presidente de la Asociación Hondureña de Cardiología.

Para un diagnóstico preciso, los especialistas disponen de diversas pruebas, entre ellas el electrocardiograma, que registra la actividad eléctrica del corazón sin causar molestias al paciente, permitiendo identificar distintas afecciones. También se utilizan la ergometría (prueba de esfuerzo), el Holter (monitor de 24 horas para estudiar arritmias o isquemia), el ecocardiograma (ultrasonido cardíaco), estudios con isótopos radioactivos, el cateterismo cardíaco, la resonancia magnética cardiaca, la TAC multicorte para evaluar las arterias coronarias y, finalmente, el estudio electrofisiológico, que ayuda a diagnosticar alteraciones del ritmo cardíaco.

“La detección temprana es la mejor aliada para prevenir complicaciones y preservar la calidad de vida. Muchas enfermedades del corazón no presentan síntomas claros en sus fases iniciales, por lo que es fundamental realizar controles periódicos: medir la presión arterial, revisar el perfil lipídico y la glucosa, mantener un peso adecuado, practicar actividad física y evitar el tabaco. Si aparecen señales de alarma como dolor o presión en el pecho, dificultad respiratoria, mareos o palpitaciones inusuales, no esperen: acudan cuanto antes a revisión médica”, puntualizó López.

Finalmente, la Asociación recuerda que pequeños cambios en el estilo de vida pueden marcar una gran diferencia: caminar diariamente, reducir el consumo de sal y grasas, evitar el tabaco y moderar el alcohol. Estas acciones sencillas son clave para cuidar la salud del corazón y, con ello, la vida.