La melatonina es una hormona producida naturalmente por la glándula pineal en el cerebro y juega un papel fundamental en la regulación del ciclo sueño-vigilia. Actúa como un “reloj biológico”, indicando al cuerpo cuándo es hora de descansar, lo que favorece un sueño más profundo y reparador (Cleveland Clinic, 2024).

Beneficios del sueño regulado por melatonina
Un nivel adecuado de melatonina ayuda a mejorar la conciliación del sueño, prolongar su duración y aumentar la calidad del descanso. Dormir bien no solo contribuye a sentirse más alerta y concentrado durante el día, sino que también fortalece el sistema inmunológico, mejora la memoria y reduce el riesgo de enfermedades crónicas como hipertensión, diabetes y problemas cardiovasculares.

Suplementos de melatonina: cuándo y cómo usarlos
Los suplementos de melatonina pueden ser útiles en casos de insomnio, cambios de horario (como el jet lag) o turnos de trabajo nocturno. Sin embargo, su uso debe ser siempre supervisado por un profesional de la salud, ya que la dosis y el momento de administración son clave para que sean efectivos. Tomarlos en exceso o de forma incorrecta puede causar efectos secundarios como somnolencia diurna, mareos o dolores de cabeza (Johns Hopkins Medicine, 2024).

Factores que afectan la producción natural
La producción de melatonina puede verse disminuida por la exposición a luz azul de pantallas electrónicas, consumo de cafeína, alcohol o estrés constante. Mantener hábitos de higiene del sueño, como limitar el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir y crear un ambiente oscuro y tranquilo, puede favorecer su producción natural.

Precauciones especiales
La melatonina debe administrarse con precaución en mujeres embarazadas, durante la lactancia y en niños, debido a que sus efectos aún no están completamente estudiados en estos grupos. Además, siempre es recomendable consultar a un médico antes de iniciar cualquier suplementación.

En conclusión, la melatonina es un aliado natural para lograr un sueño de calidad y, con ello, mantener un bienestar integral. Adoptar hábitos saludables de sueño y recurrir a suplementos bajo supervisión médica puede marcar la diferencia en la energía, concentración y salud general.

Fuentes: